25 marzo, 2010

Descartes & Freud: Crítica cartesiana de la mente

      Para comenzar esta redacción de actualización comentaré un poco a las teorías de Freud y de Descartes, la del psicoanálisis y el “cogito ergo sum” respectivamente.

                                                     A finales del siglo XX justamente en el año 1896 Sigmund Freud comienza a utilizar el término psicoanálisis para referirse a lo que Anna O había llamado “curación por el habla” pues esta chica había sufrido trastornos psicológicos y Freud, mediante su técnica, había logrado mejorar. A partir de ese momento comenzó a desarrollar más sus teorías sobre la personalidad, el inconsciente, el olvido, teorías de los instintos, etc.



(video de una película sobre Freud y el psicoanálisis que aplicó para ayudar a la joven Anna O)
          Descartes en el año 1637 publicó su primera obra más famosa “El Discurso del Método” en el cual, habla sobre su intención y sus motivos de crear un método que unificase todas las ciencias manteniendo al margen a la Teología a la cual, a pesar de ser católico, había tachado de una de las causas que llevan al error de la razón y por lo tanto no la consideró una ciencia propiamente dicha.

          Para conseguir el objetivo de su método utilizó diferentes técnicas y una de ellas fue el escepticismo que se usó de una manera metodológica (duda metódica) para así llegar a obtener las únicas verdades absolutas, de forma que, da con tres motivos de duda que alcanzan una radicalización máxima, estos son la duda sobre la fiabilidad de los sentidos, la hipótesis del sueño o la imposibilidad de distinguir entre la realidad y un sueño y, finalmente y la más extrema de todas la hipótesis del genio maligno o duda hiperbólica.

             Centrándonos más en la duda hiperbólica o exagerada, la podemos relacionar directamente con Freud y su teoría de la personalidad y, por otra parte también podemos relacionar la hipótesis del sueño con la teoría del inconsciente de Freud.

            Según Sigmund, los procesos psicológicos están regulados por una parte oculta y desconocida de nuestra personalidad a la cual llama el inconsciente y distingue dos partes más que se relacionan con ella, la consciencia y la pre-consciencia, la primera corresponde con el mundo exterior, lo que la persona conoce, la segunda es un tipo de recuerdos inconscientes a los que se puede acceder y por el contrario el inconsciente es la parte de la mente que es inaccesible para las personas según Freud; por consiguiente, podemos relacionar la consciencia de Freud con el estado de vigilia o al realidad de Descartes y, el inconsciente con el sueño.
            Más tarde Freud mejoró su teoría de la personalidad dividiéndola en tres partes: el ello, el yo y el super-yo. Podríamos definirlas como formas de actuar según nuestra personalidad interna. El ello es en sí mismo los instintos que nos mueven a hacer unas cosas u otras el cual todos los seres humanos compartimos, el yo es la capacidad del control de la propia conducta es decir, la capacidad racional de cada persona y la de decidir y actuar conforme unas consecuencias y, el super-yo resumidamente son las normas morales que se aprenden a lo largo de la vida y representa las pautas morales.        
           En conclusión, podemos decir que el super-yo son las normas morales aprendidas desde pequeños que dependen de casa sociedad y que son necesarias para guiar al yo en su tarea de controlar el ello.

           Volviendo a la duda hiperbólica de Descartes, tras poner todo en duda, llega a la conclusión de que si todo lo que siente y piensa tiene motivos altos de duda, de lo único de lo que no puede dudar y sabe ciertamente es de que él es un “ser pensante” y a partir de ahí es donde extraerá la primera certeza absoluta: la existencia de un sujeto o sustancia que piensa (Pienso, luego existo).

            Jacques Lacan (1901-1981) un psicoanalista y psiquiatra francés realizó una lectura y posteriormente una relación del “cogito” y los conceptos principales del psicoanálisis, pues dice así, que de la conclusión de Descartes de pienso, luego existo (soy mientras pienso),según Lacan, surge que la certeza y la verdad no se identifican ni coinciden en el mismo tiempo .

            Lacan dice que en el “cogito” el sujeto o sustancia pensante se produce un vacío de significado, es decir una cosa que a las personas nos resulta difícil de imaginar y de asimilar, al cual llama el inconsciente freudiano, pues Lacan no consigue identificar al sujeto por su falta de identidad y lo relaciona con el inconsciente.

           Es finalmente y más concretamente en el sujeto del “cogito” donde realmente convergen Freud y Descartes con sus teorías y en la verdad que se deriva después de la duda. Según Jacques, la diferencia entre el inconsciente y el sujeto del “cogito” es que el inconsciente es perteneciente al sujeto (a la persona), y el sujeto del “cogito” es que considera como real a ese ser o sustancia pensante pero que es incorpóreo y sin forma definida.

          En síntesis, Descartes y Freud no son compatibles en todas sus teorías, pero éstas nombradas anteriormente son unas que podemos deducir nosotros mismos y que podemos relacionar y comparar como hizo el francés Jacques Lacan.


Rebeca Costa Vidal  2ºBAT.A.

24 marzo, 2010

¿ Podemos hallar verdades absolutas? Según Descartes, SÍ

    Para entender la influencia del escepticismo y sus diferencias con el pensamiento de Descartes debemos empezar por hablar primero del escepticismo en épocas anteriores al Barroco:


Para explicar el escepticismo podemos remontarnos al S.V a.C cuando algunos sofistas adoptaron posiciones escépticas defendiendo que la verdad no existe y que si existiera no la podríamos conocer porque los seres humanos estamos muy limitados para conocerla. Como sofista escéptico de esta época hay que destacar a Gorgias cuya frase define el escepticismo de su época " Nada existe; si algo existe, no puede ser conocido por los hombres; si se puede conocer, no se puede comunicar y explicar a los demás".

Posteriormente a los sofistas cabe destacar el escepticismo helenístico de Pirrón de Elis ( S.IV a.C) que influye de manera muy notable en los escépticos de la época de Descartes. El escepticismo de Pirrón de Elis fue una doctrina del período helenístico cuyo objetivo era encontrar la felicidad. Según este, los juicios de los sentidos son falibles porque los sentidos nos proporcionan una información subjetiva, los razonamientos silogísticos aristotélicos no son totalmente demostrativos, a todo juicio se le puede oponer un contraargumento y hay grandes dificultades para conseguir el consenso debido a la diversidad de opiniones y costumbres de los hombres, por tanto, hay que abstenerse de hacer juicios para poder alcanzar la tranquilidad del alma (  epojé), por lo tanto, es un escepticismo moral porque pretende conseguir la felicidad, es decir, es una manera de entender la propia vida y evitar las angustias sabiendo que no hay verdades absolutas.



Pues bien, este escepticismo pirrónico resurge en el Renacimiento en un contexto de disputas religiosas, descubrimientos geográficos y la crítica de la escolástica medieval y se extiende hasta el Barroco, aunque en sus comienzos empieza siendo un escepticismo moral pero, más tarde, se convierte en un escepticismo filosófico también y aparecen diversos filósofos escépticos como Erasmo de Rotterdam, Francisco Sánchez y Michel de Montaigne.

Es en este contexto de crisis entre los que defienden el escepticismo y los que defienden el dogmatismo donde se encuentra Descartes. Este, adopta una postura escéptica en el comienzo de su filosofía pero, ¿ Es Descartes realmente un escéptico? La respuesta es clara, no, Descartes adopta la postura del escepticismo pero su escepticismo es un escepticismo metodológico, es decir, sabe que hay verdades absolutas pero necesita encontrarlas. ¿ Es posible el conocmiento? Para Descartes la respuesta es sencilla,  sí, el sujeto puede aprehender la realidad del objeto y Descartes quiere encontrar verdades de las que no se pueda dudar, ¿ Y qué hace para ello? Pues adopta una postura de duda ante todo, lo que se conoce como duda metódica, una duda universal para todos los conocimientos y teorética, que no es más que la 1ª regla de su método en la que dice " No admitir jamás ninguna cosa como verdadera en tanto que yo no la conociese con evidencia lo que era", es decir, sólo aceptaremos como verdadero aquello que se nos presente con claridad y distinción. Adoptando esta postura consigue llegar a la primera verdad " el cogito" porque si duda de todo, de lo primero que se da cuenta es de que piensa, por tanto, sí existe una verdad, la primera verdad de la que parten el resto de verdades; "yo" soy una sustancia, pienso.

 

En resumen, podemos decir que Descartes adopta la postura del escepticismo metodológico para conseguir verdades absolutas de las que no se pueda dudar y pueda rebatir las opiniones de los escépticos de su época que consideran que no es posible el conocimiento, por tanto, Descartes es dogmático pero utiliza la duda metódica y el escepticismo metodológico como vía para llegar a encontrar la primera verdad, el cogito.


A continuación podéis ver un video en el que se nos habla de la duda de Descartes relacionada con los medios de comunicación de hoy en día que nos permitirá entender un poco más la postura de Descartes y su objetivo cuando decide dudar de todo:





ALEJANDRA CATENA Y REBECA COSTA

22 febrero, 2010

La moral en la filosofía cartesiana

Hola!, decir que las personas que componemos el grupo y que hemos elaborado el trabajo somos: Alejandra Catena, Rebeca Costa y Aina Jordà.

Bueno, primero de todo, el principal objetivo de este trabajo ha sido el de hacernos comprender el uso de la moral provisional ideada por Descartes, como alternativa al estado de parálisis en el que deberían de estar todos los escépticos.

Este trabajo versa sobre la moral cartesiana en el discurso del método y , más concretamente, consta de cinco apartados:  La provisión de una moral y las razones fundamentales, la moral y la aplicación del método, las máximas de la moral, las influencias filosóficas en la moral y , por último, la concepción cartesiana de la libertad.

Esperamos que os sirva de ayudaaa!




Aquí dejamos el enlace a nuestra presentación de power point:

09 diciembre, 2009

Estructura de una redacción filosófica

 TÍTULO:  La educación y el gobierno de la ciudad.

1. Introducción.
     1.1 El concepto de la educación para Platón y relación con el gobierno de la ciudad.

2.
  2. Diferencias entre el concepto de la eduación para Platón y el de los sofistas. Teoría de la reminiscencia.
  2.1 Teoría de las Ideas. Concimiento del Orden. Mito de la Caverna.
  2.2 Etapas de la educación.
  2.3 Ética y política, el Estado Ideal.

3. Conclusión.

16 noviembre, 2009

El mito de la caverna relacionado con los medios de comunicación

En este texto voy a relacionar el mito de la caverna con los medios de comunicación que nos rodean actualmente en nuestra sociedad.
Situándonos dentro de la caverna encontramos a los prisioneros que están atados de pies y manos así solo pudiendo mirar hacia adelante, solo así viendo las sombras de imágenes que están proyectadas. A estos, Platón hace referencia a la humanidad prisionera de su ignorancia, puesto que viven alrededor de lo que observan, ven, oyen.. del mundo sensible.


En un segundo nivel, detrás de la pared se encuentran los portadores, aquellos que proyectan las imágenes a los prisioneros, las sombras de los objetos físicos que llevan encima. Sólo ellos saben como son en realidad los objetos que están portando.
Hoy en día los consumidores de los medios de comunicación vendrían a ser los prisioneros de la caverna. Mientras que los portadores harían referencia a los medios de comunicación en sí.
Nosotros, la humanidad, seríamos los prisioneros ya que estamos continuamente "encadenados" a saber lo que ocurre en el mundo a través de información que nos facilitan los medios de comunicación, los portadores. Estos nos dan a conocer lo que ven más importante y lo que no, no los hacen público por eso lo que nos transmiten es la opinión, lo que ocurre en el ineterior de la caverna.

Para desatarse de esta manipulación del mundo sensible en el mito de la caverna un prisionero logra escapar y ascender hacia lo inteligible pasando por todos los grados de realidad. Como pasaría en aquellas personas que van más allá de lo que les ofrece los medios de comunicación y buscan otras maneras de conocer el mundo.




Aina Jordà Rodriguez

15 noviembre, 2009

¿Podemos creernos poseedores del auténtico conocimiento?


Como ya sabemos, en la caverna representada en el mito de la caverna podemos distinguir cuatro espacios bien diferenciados:
- En el primer espacio se encuentran los prisioneros encadenados desde niños; es el espacio más alejado de la salida.
-En el segundo espacio, detrás de los prisioneros e invisible para ellos, encontramos a los engañadores. Estas personas hacen desfilar objetos sobre un muro, cuyas sombras verán los prisioneros.
-En el tercer espacio divisamos una hoguera, cuya luz proyecta la sombra de los objetos sobre el telón que ven los prisioneros.
-El ultimo espacio es la salida hacia la realidad iluminada, el Sol.

Así lo muestra la siguiente imágen:




Ahora bien, ¿ podemos aplicar esta estructura jerárquica a nuestra sociedad actual?
Me atrevó a responder de manera clara y contundente: Sí.

Vivimos en una sociedad que no es más que una clara representación de esa caverna. Una sociedad corroída por el lucro donde no son las sombras la causa de nuestra confusión y nuestra ignorancia sino las palabras e imágenes. Los engañadores, los porteadores de esas sombras en forma de palabras, son los medios de comunicación y, en especial, la televisión.
Somos una especie de prisioneros encadenados y vivimos inmersos en nuestra propia ignorancia, y lo aún mas grave es que no somos ignorantes por no saber sino por tomar por real aquello que solamente es una copia de la realidad.





Creemos que en el fondo de nuestra propia caverna divisamos la auténtica realidad cuando lo que divisamos es sólo una mera apariencia. Llegado a este punto me atrevo a cuestionar: ¿ en realidad nos creemos conocedores de la verdad? Dicho claramente, formamos parte de una sociedad acomodada y somos objeto de un engaño, de una gran mentira en la que vivimos inmersos, nuestra propia caverna. Siempre hay unos engañadores, que pretenden manipularnos con sus palabras. ¿ Y qué hacemos? Seguir creyéndonoslo todo porque ni siquiera nos hemos molestado en cuestionarnos si quizá haya otro camino menos cómodo pero mas útil para nuestra vida. El fuego de nuestra caverna, el que proyecta las palabras e imágenes que nos engañan, es alimentado cada día más por personas que sólo buscan su propio lucro. Más que prisioneros encadenados nos hemos convertido en una especie de espectadores encantados, prisioneros de nuestra propia utopía alimentada por los medios de comunicación. No opinamos por nosotros mismos, la televisión opina por nosotros, como se muestra en la siguiente imágen:




¿ Queremos seguir aceptando estas sombras como realidad? ¿ Podemos continuar cultivando el engaño? ¿ Hay alguien dispuesto a ir más allá? Afortunadamente sí.
Como dice Emilio Lledó en "La memoria del logos" siempre hay un prisionero liberado y un sol esperando. Tenemos que luchar en contra de las cavernas, de los muros que nos aprisionan e iniciar el proceso de descubrimiento de la verdad. ¿ Y cómo se hace eso? la respuesta es simple: con la educación.

En nuestras manos está la decisión: seguir siendo objeto de una gran mentira fomentada por los medios de comunicación o, por el contrario, liberarnos de nuestras cadenas impuestas e iniciar un proceso de aprendizaje en busca de la auténtica realidad. El camino es difícil pero posiblemente al final encontraremos la recompensa.

Para finalizar, podemos observar algunos videos que explican, de manera clara y concisa, la influencia que los medios de comunicación y en concreto la televisión, tienen sobre nosotros:









ALEJANDRA CATENA GIL

12 octubre, 2009

¿Todo tiene una estructura matemática o hay algo más allá?

  





   Pitágoras de Samos nació el año 571 a.C en la isla de Samos y murió el año 497 a.C. Fue un filósofo y matemático muy influyente en la vida y en el pensamiento de Platón y fundó una escuela llamada “Escuela pitagórica” que era una comunidad místico-religiosa donde se enseñaba matemáticas entre otras disciplinas.


   Platón tomó contacto con la escuela pitagórica en sus viajes a Sicilia. Este, comparte la mayoría de sus pensamientos aunque en realidad, no llegaron a conocerse.  Vamos a centrarnos en un aspecto del pensamiento que comparten ambos: la cosmología.

   Pitágoras considera que el universo es un cosmos, ordenado, formado por una estructura matemática que se puede medir. La relación de estos números produce una música a la que le llamó “armonía de las esferas”. Platón comparte este aspecto del pensamiento con Pitágoras. Para Pitágoras la esencia de la realidad se expresaba a través de los números, que eran el único medio para poder conocer lo que no se podría alcanzar de otro modo ya que sería inalcanzable tanto para el intelecto como para los sentidos.






                                                                                                                                                            
   La música de las esferas es una teoría que planteó Pitágoras y que fue retomada después por Platón. Esta teoría que ambos comparten afirma que las distancias entre los planetas ( esferas) tienen las mismas proporciones que el pentagrama musical que creó Pitágoras. Así, las esferas más cercanas producían sonidos graves mientras que las más lejanas producían sonidos agudos; todos estos sonidos se unían formando la armonía de las esferas. Nosotros no podemos escucharlos porque siempre lo hemos estado haciendo.



   Ambos pensadores defienden y comparten la idea del orden celeste pero Platón va más allá de todo esto; él defiende que por encima del orden celeste hay un orden superior que es eidético, es decir, el conocimiento intuitivo de la esencia ( eidés). Según Platón, hay una gran diferencia entre el conocimiento de la cosa en sí ( noúmeno) y el conocimiento de nuestra percepción de la cosa, como explica Platón por medio de la " Alegoría de la Caverna", que es una explicación metafórica sobre la situación en la que está el ser humano respecto del conocimiento.



   Por medio de esta alegoría Platón explica cómo con cuatro tipos de conocimiento ( científico, filosófico, místico y mágico) podemos captar la existencia de dos mundos; el sensible, que se conoce a través de los sentidos, y el del mundo inteligible, que sólo se alcanza por medio de la razón. De esta idea parte el dualismo ontológico que defiende Platón según el cual existen dos mundos. En el mundo inteligible se encuentran las ideas y los objetos o entes matemáticos, que son eternos,inmateriales , inmutables e ideales. El otro mundo que describe Platón es el sensible, que es el mundo que cambia constantemente ya que es un mundo de apariencias y de realidades materiales. Ahora bien, ¿ Qué es lo que diferencia a Pitágoras y a Platón respecto de su manera de explicar el origen del cosmos o mundo sensible? Un aspecto muy concreto. Platón defiende que hay una especie de ser divino, llamado Demiurgo (  "artesano" en griego) que produce el universo y las cosas naturales. Este ser representa una inteligencia suprema que ha sido capaz de "fabricar" el mundo sensible contemplando las Ideas eternas y perfectas y utilizándolas como modelos para plasmarlos en la materia, caótica, móvil y amorfa. Es decir, Platón nos intenta decir que el mundo sensible no procede del caos ya que  este mundo imita imperfectamente al de las Ideas, que son perfectas.

   En cambio, Pitágoras pensó que el cosmos se creó utilizando solamente la razón y en concreto, las matemáticas. Según él, no hay ninguna inteligencia suprema que creó el mundo  sino que éste responde a una estructura matemática. Y, otra pregunta bastante importante, ¿ Qué relación existe entre estos dos mundos o esferas?   Para Platón la respuesta en sencilla; el cosmos visible imita de una manera imperfecta el cosmos inteligible y , por tanto, lo imperfecto es la materia porque el Demiurgo solo hace lo mejor y lo más bello introduciendo en ello una finalidad o aspiración que le lleva a buscar siempre su propia perfección o bien. Gracias a estos razonamientos y a la intuición se puede alcanzar conocimientos como lo es la música de las esferas.

   Ahora bien, ¿ era todo esto cierto?, ¿ en realidad el universo es una estructura matemática?, ¿ las esferas producen sonidos? . Después de escuchar opiniones de todo tipo sobre científicos y filósofos en el S.XX un satélite de la NASA confirma las teorías de Pitágoras y Platón ya que se demuestra que la atmósfera del Sol produce unos sonidos ultrasónicos interpretando una melodía que está formada por ondas que son unas 300 veces más graves que los tonos que puede captar el oído humano.

   Esta teoría tiene influencias en varios aspectos de la actualidad como la religión ya que algunas creen que existen ángeles en el universo junto con la música de las esferas que da origen a lo que se conoce como “ música celeste”.

   En conclusión, cabe decir que lo más importante e interesante es que 2000 años antes de que nosotros existiéramos ya había gente capaz de formular teorías ciertas sin necesidad de aparatos de última generación y valiéndose tan solo de razonamientos matemáticos y de su intuición y capaz sobre todo de descubrir una teoría como la de la armonía de los cuerpos celestes de una manera que relaciona entre sí disciplinas tan interesantes como las matemáticas y la dialéctica.








En este video se explica  la manera en la que se ratifica la teoría de " la armonía de las esferas" propuesta primero por Pitágoras y Platón y más tarde por Kepler.

ALEJANDRA CATENA GIL